¡Qué rápido ya se pasó otro año!
El año pasado, al terminar mi resumén de los nueve años, reflexionaba acerca de la frase de John Holt:
«VIVIR ES APRENDER, ES IMPOSIBLE ESTAR VIVO Y CONSCIENTE SIN ESTAR CONSTANTEMENTE APRENDIENDO COSAS»
El mundo paró, se cerró todo, nos quedamos en casa… y aún así no dejamos de aprender. Aprendimos diferente, nos adaptamos, nos reinventamos, y aunque hubo días difíciles y nuestro estado de animo se haya visto afectado, seguro también en esos momentos aprendimos.
Aprendemos todo el tiempo. Nunca dejamos de aprender. Vivir es aprender.
Y ahora como todos los años aquí les traigo un resumen de nuestros aprendizajes.
Al ya no tener nuestros recursos favoritos disponibles, todos nos volvimos al internet ¿cierto? Todo fue virtual…
RESUMÉN DE NUESTRO DÉCIMO AÑO
Mi hija mayor, que ya tiene 16 años, es lectora ávida, ¿o debo decir “era”?
Al cerrar las bibliotecas y no tener acceso a su recurso favorito (casi no le gusta leer en tableta) se volvió al YouTube y a diferentes plataformas de videos (¿quién no?😅) se la pasó gran parte del tiempo viendo videos de sus artistas de pop coreano y programas de entretenimiento de Corea; poco a poco tuvimos el acceso a los libros nuevamente, pero le está costando trabajo volver a enfocarse en la lectura.
Con lo que si pudo seguir fue con su aprendizaje del idioma coreano, ha continuado con sus lecciones, también con su interés en la repostería, por lo que este año intentó muchas recetas nuevas, y quizás esto hizo que se involucrara un poco más en cocinar.
Siguió también trabajando en la contabilidad de nuestro negocio; creo que eso le gusta, manejar los números, hacer los balances, ordenar documentos… Probablemente porque siempre le han gustado los acertijos y los retos mentales, le resultan interesantes y le dan satisfacción.
Reuniones de la tropa de girl scouts y el grupo de los scouts por zoom no eran lo mismo. De verdad admiro el esfuerzo que hicieron los líderes de inventarse actividades para tratar de mantener el interés y la participación de los chicos. Aún así estuvieron practicando sus habilidades, se hicieron juegos y torneos.
Mi hija aprendió a utilizar programas y aplicaciones para poder desarrollar los retos y juegos que se planeaban. ¡Aprendió a jugar en linea! Nunca lo había hecho 😅 Ahora ya regresaron a las reuniones presenciales y los jóvenes andan más animados.
Otra cosa que nunca había hecho y por la que se le despertó el interés este año fueron las películas. Por supuesto si veíamos películas antes de la pandemia, lo que quiero decir es que a ella le daba igual qué película ver, y aunque si le gustaba ver lo que elegíamos y lo disfruta, ella estaba muy desconectada del mundo del cine. Disney plus fue nuestro aliado. Nos aventamos todas las películas de Marvel y otras tantas. Ahora ya sabe un poco más de “cultura pop” necesaria para ser parte de conversaciones entre jóvenes.
Aunque sigue su interés por la Ecología y la Psicología, este año no se involucró mucho en estos temas, no se si el interés se esté desvaneciendo o solo lo haya dejado en pausa por este año para retomar después.
Así que este décimo año para ella fue: programas de tv de Corea, películas y documentales, aprender coreano, reuniones virtuales, trabajar en la contabilidad, hornear y jugar megasudoku, juegos de mesa, o con la hermana menor.
Y hablando de la menor, que acaba de cumplir 13 años… no me recuerdo si alguna vez les he comentado, pero ella no quiere crecer. Obvio está más alta, se nota que la ropa le va quedando más chica, pero le molesta y se entristece que la gente le mencione que ya “está bien grande”, ella voltea los ojos… No quiere crecer, pero que le hacemos.
Su principal actividad es dibujar y pintar. Sigue creando mundos de fantasía y personajes para sus historias, además este año dibujó muchas ideas de vestidos y diferentes atuendos, portadas de revistas y laberintos, entre otras cosas.
También sigue jugando con sus juegos en internet y aplicaciones favoritas y con sus juegos de construcción. La segunda parte del 2020 seguía patinando y jugando con las telas aéreas, poco a poco dejó eso y se enfocó más en la lectura. Desde que tuvimos acceso a los libros nuevamente ha estado leyendo constantemente.
Los programas y documentales que elige tienen que ver con animales. También ve videos y películas. Se ha interesado más por la música, pop coreano mas que otra cosa, pues aquí en casa lo escuchamos de hace muchos años. Ellas nacieron y crecieron con el kpop, los dramas y los programas coreanos, ¿qué le vamos a hacer? Yo soy la culpable 🙈
Creo que adquirimos tradiciones familiares, es decir, nosotros nunca habíamos hecho algo “especial” para Halloween, día de muertos o navidad, pero este año decoramos casitas, horneamos galletas, nos esforzamos en el altar de muertos. Lo disfrutamos, a todos nos gustó y nos propusimos hacerlo cada año en el futuro.
Como familia aparte de ver películas, tratábamos de salir a acampar, pero hasta los campamentos nos cerraron 😕 entonces tratábamos de realizar caminatas en la naturaleza, realizar exploraciones cercanas.
Ya este año que se levantaron algunas restricciones realizamos un viaje a Baja California Sur (andábamos en búsqueda de lugares sin tanta gente); fuimos a La Paz, Loreto, Todos Santos y Cabo Pulmo. La baja no decepciona, preciosa su naturaleza. Ávidos de turismo, como todos los sitios turísticos, nos trataron super bien y fue en general una gran experiencia.
Hace poco también fuimos de voluntarios a ayudar a plantar árboles, pero como sabes no hubo muchas oportunidades de realizar actividades en la comunidad.
MI AÑO EN PANDEMIA
Este año de pandemia y confinamiento aunque nosotros en familia en general lo vivimos muy tranquilo creo que yo lo viví por etapas.
Al principio agusto, descansando, mis hijas disfrutaban quedarse en casa, seguíamos con nuestros gustos, intereses y proyectos aunque no teníamos acceso a nuestros lugares favoritos todo parecía ir bien, yo hasta aproveché para terminar pendientes de casa y me había propuesto utilizar este tiempo para ser “más productiva”, quería mantener el positivismo, ver el lado bueno de todo esto, ¡Voy a tener tiempo de escribir y hacer videos!
Aparte de la atención y trabajo para el negocio, inicié dando mantenimiento a la casa, sacando cosas, con toda la actitud, pero al final del día ya no me daban ganas de “seguir trabajando”, así que eso de escribir y los videos se fue quedando atrás.
Luego el “cansancio”, el tedio, el aburrimiento, el desgane, como que no me daban ganas de hacer nada, solo quería distraerme como pudiera, no tenía ganas de hacer nada que requiriera “pensar”, así que Netflix, Disney y el internet en general fueron el escape. No quería ni ver redes sociales porque todo era noticias del covid. Eso de quedarse en casa no es para mí.
Pero luego cuando tenía que salir me desanimaba, me sentía un extra en una película distópica, si, de esas de sociedades controladas ¿han visto alguna? Con anuncios por todas partes de lo que debes o no debes hacer, lo que es correcto o no es correcto, todos los medios repitiendo lo mismo, diciéndote las reglas ha seguir por el bien común… Surreal, deprimente.
Por ahí una amiga comentó: «el no poder hacer nada afuera obligó a ver hacia dentro», ¡que atinado! Primero me di cuenta que había desorden en casa, por eso la limpieza y la organización, pero luego leí una frase:
«Quien ordena todo el tiempo trata inútilmente de escaparse de su desorden interior»
Alejandro Jorodowsky
¡Serendipia! no es la casa lo que necesita orden.
Así que me propuse conscientemente ir lento, parar, mirar hacia dentro, tuve momentos de introspección, llegó la reflexión, el conocimiento de uno mismo, el autocuidado; a repensar prioridades. Aprendí un poco más de mi misma.
Estoy comentando de estas etapas como si hubieran sucedido en orden, la realidad fue que se mezclaban. Fue un año de altas y bajas emocionales, suaves, no extremas, pero suficiente para notarlas (¿Les pasó igual? ¿Cómo se sintieron? ).
Poco a poco conforme las cosas van mejorando y se ve la luz al final del túnel (por lo menos acá en esta región), la ciudad despertó, se siente que el miedo ya quedó atrás, y aunque siguen las precauciones y protocolos, ya las personas están más relajadas y abiertas.
Intentaré regresar a “trabajar” compartiendo sobre educación sin escuela , pero no prometo nada.
Esta entrada en el blog tiene tres meses de atraso, y los videos de nuestro viaje a la Baja, que están pendientes desde marzo 🙈, ya los iré editando. Muchas personas me envían mensajes, me piden que continue, otras tantas me han invitado a participar en sus proyectos y otros hasta me han ofrecido trabajo en cosas de homeschooling, pero sinceramente les digo, el blog y el canal simplemente no son mi prioridad en estos momentos, así que usualmente quedan pendientes para otro día, otra semana u otro mes.
En fin, este décimo año fue tranquilo, lento, tomando un día a la vez. Como familia aprendimos a poner la salud primero (muchísimas veces relegada), aprendimos a valorar a nuestros familiares y amigos (que damos por sentado), aprendimos a cuidarnos a nosotros mismos y a ponernos como prioridad. A proteger y cuidar nuestra salud mental.
Y yo, yo aprendí que no importa lo que pase en el mundo, mi paz y mi armonía interna son lo mas importante y esas dependen solo de mi.
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Para seguir aprendiendo:
Martha Reyes says
Yo he pensado que estoy viviendo mi “día de la marmota”. Ahora lo que me angustia es que ya me acostumbré a estar en casa y ya no quiero salir de aquí
Alejandra Kim Santi says
¡Que buena comparación! 🙂
Sandra says
Alex, no me había paseado recientemente por tu blog, qué bueno que sigues por aquí. Tu experiencia compartida fue un apoyo muy importante para lanzarme al unschooling con mis niños, muchas gracias. Por favor sigue adelante. Bendiciones.
Alejandra Kim Santi says
Hola Sandra; Muchas Gracias y bendiciones para ti y tu familia 🙂
Marlene Flores says
Buenas tardes Alejandra:
Tengo 4 hijos (2 jovencitas adultas de 21 y 18; y 2 varones de 16 y 13).
Somos de y vivimos en la República de Panamá.
Gracias a las cuarentenas múltiples por la pandemia; el año pasado se nos presentó esta alternativa de educar en casa y luego de varios meses de revisar y evaluar, decidimos dar el paso y estamos trabajando con nuestros hijos. Aunque aún lidio con mis propios miedos pues es nuestro primer año y los chicos ya son adolescentes, su blog me inspira mucho. Espero hacer lo mejor por ellos y con ellos, para tener éxito.
Saludos,
Marlene
Alejandra Kim Santi says
Hola Marlene, Bienvenida a esta aventura; así es al principio yo también tuve muchos miedos, creo que es natural ya que estamos entrando a terreno desconocido, no es fácil, y es un sube y baja de emociones, pero cree en ti y en tus hijos, enfoquense en su relacion de familia, respeta y escucha sus opiniones e intereses, y verás que todo irá muy bien. Un abrazo.