Hace poco una conocida mamá homeschooler me invitó: «nos deberíamos reunir varias mamás con nuestros hijos y turnarnos para que cada una de nosotras les enseñe algo de lo que sabe hacer», vagamente le contesté que si, que era buena idea y pasamos a otra conversación, pero me dejó pensando.
Me di cuenta de algo: no sé hacer nada.
No sé hacer nada lo suficientemente bien como para enseñarlo a alguien más. No soy «buena» en «algo».
Dentro de mí se presentaron emociones encontradas: confusión, pánico, tristeza, vergüenza… Cuarenta y tres años, de los cuales veinte los viví en el sistema escolar siendo muy buena alumna, y no tengo ninguna habilidad digna de compartir.
Hagamos un inventario general de mi aprendizaje:
MI APRENDIZAJE EN LA ESCUELA
Del kínder, primaria, secundaria y preparatoria tengo muy pocos recuerdos. De la carrera y la maestría no son muchos tampoco.
En primaria estuve en un equipo de volleyball por poco tiempo; en secundaria estuve en el taller de taquimecanografía y todos sabemos lo obsoleto que ya es la taquigrafía, (de la cual por cierto no recuerdo nada).
En la preparatoria mi «capacitación» fue la Computación (nueva en aquellos tiempos y muy diferente a la de hoy) y estuve algún tiempo en el grupo de danza folclórica, pero lo tuve que dejar por falta de recursos.
En la universidad estuve poco tiempo entrenando basquetball y tomé un curso de fotografía básica.
Si, me acuerdo de mis compañeros (no todos), de algunos de mis maestros y sus «métodos», de algunas actividades…
Sinceramente de mis «clases formales» recuerdo los contenidos muy poco. Aprobé muchas materias que de ahora no me recuerdo nada. Mi aprendizaje fue breve y pasajero.
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MI APRENDIZAJE LABORAL
Mientras estudiaba la carrera estuve trabajando en una empresa de seguridad de valores, en el departamento de nóminas, contaba dinero… (cuando se pagaba a los trabajadores en las empresas con dinero en efectivo).
Mi primer trabajo al salir de la carrera fue en una agencia de viajes por dos años, y luego en una aerolínea por 8 años. En ambas empresas aprendí a utilizar sus programas de computación y el servicio o atención al cliente.
Al decidir dejar de trabajar fuera de casa y ayudar a mi esposo en su negocio, he aprendido a «ser» una ¿«gerente»?… me encargo de contabilizar las ventas, de las compras y el trato con proveedores, de realizar pagos, de balancear los costos, ahorros y ganancias, de tener cuenta en el banco y hacer cheques, de organizar todo el papeleo para permisos, licencias y pago de impuestos, he aprendido a diseñar folletos, anuncios y etiquetas para productos y a planear seminarios y eventos. Si, también aprendí un poco de Kung-fu y de hierbas chinas.
Mi aprendizaje en estos trabajos se ha dado al hacer… se llama experiencia, y se apoya una sobre otra. Ahora que necesito contar dinero, la experiencia de mi primer trabajo es conveniente; por supuesto necesito atender a nuestros clientes, así que diez años de experiencia vienen muy bien.
MI APRENDIZAJE HOY
Creo que por estar en contacto con la acupuntura, el Kung-fu (uno de sus sistemas el Tai Chi) y el yoga, he aprendido de las energías, los meridianos, los chacras, respiración, meditación…
Al tratar de llevar este blog, estoy aprendiendo del lenguaje técnico y sus usos (hosting, wordpress, SEO, widgets, plugins…), a editar fotografías, a realizar y editar videos, ¿Estoy aprendiendo a escribir? (no sé si lo estoy haciendo bien, pero hago el intento…), (que por cierto, este mes cumplí un año con el blog… ¡yeeeehhhh!!!)
Desde que inicié el homeschool me he enfocado en aprender acerca de la educación y el aprendizaje.
Y por supuesto sigo aprendiendo a ser mamá y «ama de casa»…
EL RECUENTO DE MI APRENDIZAJE
No sé cocinar, no sé coser, tejer o bordar, no soy creativa para ningún tipo de arte o manualidad, no soy buena en ningún deporte, no sé cantar, actuar o bailar, no toco ningún instrumento, no sé hablar en público. No considero que tengo una habilidad especial para compartir, soy una generalista, sé poco de muchas cosas, pero no tengo ninguna especialidad.
No es raro entonces que al escuchar una propuesta de: «podrías enseñarles algo» todas mis inseguridades hayan saltado en pánico, no me siento adecuada o capaz.
¿Para qué soy buena entonces? mmmm….. ¡Soy buena organizando! (creo 😕).
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¿Para qué te cuento la historia de mi aprendizaje?
Se dice que la escuela «te prepara para la vida», «para el mundo real», que es donde se te dan las herramientas para tu «desarrollo» y progreso en el mundo laboral, para tener «mejores oportunidades», para que puedas alcanzar estabilidad financiera y «éxito» en la vida. Pero no es así.
En todos los trabajos me dieron entrenamiento y me pusieron en un período de prueba, ¿por qué?… porque de todo lo que hay que saber hacer… nada se enseña en la escuela. Cada empresa es diferente y cada una tiene sus diferentes procesos de producción y funcionamiento.
Muchas personas que cuestionan la educación fuera de la escuela preguntan: ¿Cómo van a aprender lo que necesitan aprender para su vida adulta? ¿No van a aprender lo mismo que otros niños? ¿Cómo van a adaptarse a la vida de trabajo?
Lo que puedo decir por la experiencia en mi aprendizaje es que todo lo que he aprendido bien y se me ha quedado, lo aprendí porque lo necesitaba para lo que quería hacer o lograr en ese momento, porque realmente tenía el interés y la motivación de aprenderlo. Y entonces lo aprendí, haciéndolo constantemente, equivocándome e intentando otra vez. Se aprende mejor haciendo.
He aprendido más de administración y contabilidad ahora, que lo que aprendí en la escuela.
He aprendido más de computación ahora, que lo que aprendí en la escuela.
He aprendido más de la vida laboral desde que trabajo, que toda la teoría que me pudieron enseñar en la escuela.
He aprendido más acerca de la vida y del «mundo real» ahora que lo vivo, que lo que me pudieron enseñar en una escuela.
He aprendido más acerca de mi estilo de aprendizaje, y de cómo aprendo mejor, desde que estoy realmente interesada en aprender cosas… ¡y eso nunca me lo enseñaron en una escuela! (que ironía…).
Lo que resumo es que el aprendizaje real, importante, productivo, útil, práctico, positivo, satisfactorio y valioso, SE ADQUIERE FUERA DE LA ESCUELA…
Todos tenemos historias de aprendizaje diferentes, es lo que nos hace únicos.
¿Cuál es la tuya?
🙂
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Pat says
Alex Querida!
Yo me siento exactamente igual que tu! Cada que alguien sugiere eso de “vamos a reunirnos a enseñarles a años niños algo que sabemos” me quedo pensando que yo no tengo absolutamente ningún talento que enseñarles.
Ah… Como me identifique con lo que escribiste en este post.
Gracias!
Patty
Alejandra says
Gracias Paty! Quizá no tienes un talento que «enseñar» a los niños, pero tienes muchos conocimientos qué compartir con las mamás… Me encanta platicar contigo porque siempre aprendo algo de ti…Muchas Gracias!!!:)
Alejandra says
Solo puedo enviarte luz y bendiciones.